Hasta hace poco creía que los bares clandestinos eran exclusivos de los barrios bajos de las películas policíacas, la verdad es que aquí en Puebla existen y aparte del clandestino pero muy conocido Nexus hay otra gama amplia de lugares a los que se puede ir en Puebla y no necesariamente del bajo mundo..
Hace poco en mi búsqueda por un novio, tuve una desastrosa y única cita con el amigo de un amigo que anda inmiscuido en la mafia del arte y cultura de Puebla, es uno de esos tipos paranoicos que creen que van a salir en la revista Rostros apenas pisen un restaurante, por lo que para no verlo en su casa (y se prestara a actividades no deseadas) busqué un lugar donde vernos, me sentí como en una de esas novelas policíacas que me gusta leer, porque igualmente por contactos me enteré que había un lugar "secreto" cerca de la Uni.
Era sábado y quedamos a las 6pm en la entrada del campus central, según yo andaba en plan de famme fatal y dispuesta a hacer cosas locas, pero no se puede ir en contra de la propia naturaleza, el "artista" llegó en una de esas motos Harley Davidson estilo chico malo de película ochenta y me invitó a subirme en la parte trasera, no había pretexto, traía un casco extra y todo, pero no pude hacerlo.
Argumenté que el lugar estaba a una cuadra y le expliqué como llegar, yo me fui caminando.
¿Cuántas veces dejamos ir oportunidades por miedos arraigados?
No teníamos mucho en común de todas formas, o tal vez él perdió el interés al ver que esa fachada de chica atrevida y moderna era tal falsa como la reputación de clandestinidad de nuestro restaurante, obviamente no había fotógrafos de Rostros pero si un par de amigos mutuos que se mueven en el mundillo del arte y la cultura de Puebla, una cena poco romántica que no se repitió nunca.
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