Podemos cambiar como nos percibe la gente pero hay cosas de cómo nos vemos por las que no debemos sentirnos responsables.
Parte de las cosas que se aprenden con la edad es algo tan simple como eso. La estatura, nuestros rasgos faciales y la estructura ósea no son responsabilidad nuestra, apriori, y no debemos considerarlas dañinas, no así casos como estar gordo, que eso es dañino para nuestra salud y de hecho es nuestra responsabilidad cuidar de nuestro cuerpo para que no se llene de chatarra.
Es cierto que cuando somos niños y sobre todo adolescentes la belleza (o "falta" de ella) es un asunto muy trascendente, la verdad es que esas características son pura genética y a menos que tengas miles de dolares para hacerte cirugía tras cirugía como el Ken humano, no esta en nuestras manos cambiarlas
¿Por qué tardamos tanto en madurar ese asunto?
No lo sé, en mi caso fue parte de mi tratamiento de la depresión, pasé por la fase de ser consciente de no ser chica guapa y sufrir por ello, que dijeran chaparra y sentirme profundamente herida, hasta reclamarlo a mi madre, ella fue una chica guapa, se casó con mi papá un tipo con todos los defectos posibles, no solo me lastimaba, sino que hice sufrir a mis padres sin tener realmente la culpa que los cánones de belleza actual sean unos y no otros, ahora que convivo con chicos más jóvenes, he tenido situaciones en las que contrastan los cánones de belleza con mi persona en un sentido peyorativo, y no solo no me afecta (como es la idea de una ofensa) sino que me doy cuenta de todos los hilos de esa maquinaria destructiva propia de la sociedad, en otra época lo normal sería responder con algún comentario cortante u ofensa similar, pero no, tal vez esa preocupación me hace escribir esta entrada
¿Sara un poco de madurez después de la crisis de los 25?
No sé, hoy me sentí un poco más sabia y menos superficial, aunque sigo siendo la chica de baja estatura y no guapa, les cambie la idea que tienen de mi y eso vale más.
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