El año pasado escribí dónde y cómo me hubiera gustado pasar el año nuevo, y ¿qué creen?, sí se me cumplió este año no aguanté más y le dije a mi familia que era lo peor que le puede pasar a una fiesta de año nuevo y pues... me corrieron y como ya estábamos en el DF pues me fui a la ciudad.
Y sí, recordaba muy bien mis deseos, y les diré que es muy muy raro estar en un lugar rodeado de personas a las que no conoces, nunca en tu vida volverás a ver y aun así hacer un conteo masivo de la entrada del año, comer chucherías, cantar y bailar, mirar los fuegos artificiales, sentir como el sonido mueve el edificio donde estas y al final, regresar a tu hotel caminando por Reforma y Avenida Juárez y más nada, sus rostros se borraran de tu memoria, olvidarás que la multitud le mentó la madre al representante del gobierno (ok, eso no se me va a olvidar), pero ya, ese es un año nuevo como lo había imaginado y me sobre pasó, fue tan repentino y perfecto que no me dio tiempo de disfrutarlo, quería gritar, correr pero al mismo tiempo vivía con ciertos minutos de retraso en relación a los demás. No podía creerme la buena suerte que había tenido, total que hasta hoy tengo esa angustia de no haber llegado al año nuevo a tiempo, espero que conforme pasen los días, el tiempo vuelva a la normalidad y pueda alcanzar al mundo.
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