viernes, 25 de mayo de 2018

Nocturna celeste

Sé que este evento es algo que ocurre en noviembre y que nada tiene que ver con este mes, pero me puse a revisar mis entradas antiguas y encontré que hablé de mi primera noche de estrellas y de la relación con mis amigos. 

Me pareció interesante hablar de cuánto y cómo cambian las cosas con los años, bien o mal todos somos distintos a cada día que pasa.



Ya sé, es absurdo que cambiara el título de la entrada cuando ya se publicó, pero como se darán cuenta no he tenido tiempo de venir a pre-programar las futuras entradas, un poco porque le temo a la página en blanco, siento que nunca sé qué decir/escribir o simplemente me distraigo con otras cosas, como sea lo he dejado y me he alcanzado a mi misma. 
 Por ejemplo hoy, he estado todo el día frente a la computadora, con intermitencias de ama de casa cocinando y limpiando, pero las vacaciones me han permitido ponerme al día con varias series, películas y cosas así. 

Por ejemplo vi Cobra Kai y me encantó, volví a ver Paddington y no, creo que la odio tanto como la primera vez que la vi, ni mi nuevo amor por Peter Capaldi la salva, no me gusta. Vi videos conspiranoicos y redescubrí varias películas ochenteras de John Cusack (Sí, caí en ese abismo ochentero por Cora Kai y Easy A) 



Y es que estoy en un momento de felicidad en la que siento que no me muevo, recuerdo que en una película alguien decía que el sufrimiento es movimiento, continuo, constante, perpetuo, mientras que la felicidad te estanca. 


¿sera cierto?

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