viernes, 16 de febrero de 2018

El secuestro de mi celular y El día de la boda


El día de la boda (The Wedding Date, 2015) es una de mis películas favoritas de la vida y no me culpen la vi cuando tenia 15-16 y creía en el amor cursi de las comedias románticas, digamos que aún creo en esas tonterías pero ya con mis debidas reservas. 

Esta es una entrada que sí estoy escribiendo en tiempo, la verdad es que me han pasado cientos de cosas desde el último mes del año pasado, situaciones familiares muy duras y en enero algunas cosillas tubias en la escuela.

Lo que más compete a este blog, es que, en un rodaje de tesis durante el primer día mi celular se perdió,  yo entiendo, todo mundo ha perdido un celular o se lo han robado y tal, a mi se me hacia muy raro porque bueno, es un Nokia 2014 que me costó menos de mil pesos, que tenia más valor sentimental que funcional, o sea, cada vez que quería tomar una foto tenia que borrar otra, la única aplicación que tenia era PDF donde tenía un libro porque no tenia más espacio en la memoria, y las otras aplicaciones medio servían y todo mundo lo sabia, en decir, imposible que compitiera contra iPhones y iPads nuevesitos que no le pedían nada a mi celular, o sea ¿por qué robar MI celular? 

Yo ya había aceptado en mi corazón que, ese celular que fue de las primeras cosas que compre con mi salario, que si, estaba culerisimo pero ese objeto podía decir que me lo había ganado, fue fruto del sudor de mi frente y pues el cariño que le tenia era más por eso y pues más nada se perdió, lo robaron, nadie es inmune a eso, es decir, no te asaltan y le dices al ladrón "No, este no te lo lleves porque es mi objeto favorito", te da un navajazo y se lo lleva, no estamos en Dora la exploradora. 

Lo raro fue que, hace exacto una semana apareció en un lugar donde no tenia nada que ver porque se perdió en locación no en el coche de la persona donde apareció, auméntenle que hubo alguien que insistió mucho en que lo iba a encontrar y llegó a presionar al grado de "por qué no lo encuentras?", como, medio sospechoso, saben. Bueno, yo no lo sentí sospechoso, pensé: que buena onda de esta persona que se preocupa por mi celular, terminé yo tranquilizando a la persona y diciéndole que, pues no era culpa de nadie y que las cosas pasan, pero luego aparece, entonces esto pasa de un robo común a un secuestro, ¿Khá pinches esta pasando?

Aparece en el coche de la directora con la que estuvimos trabajando, todo el rodaje, muchos del crew tuvieron acceso directo a ese coche, ella es súper buena onda, en una persona que conmigo siempre ha sido honesta y al grado de decir "Jes, apareció en mi coche", yo jamás dudaría de ella, aparte por la razón por la que creo que fue secuestrado pues ella en todo caso protegería el supuesto archivo que tenía el celular, bueno ya saben yo soy conspiranoica yo ya me imaginé mil cosas, pero también creo que la verdad nos debe proteger, y pues más nada, recuperé mi archivo donde tenia boceteadas las entradas para este blog, y ya saben yo aquí escribo de mi vida personal y solo como buen periodista romántica protejo mis fuentes y los nombres de aquellos que están involucrados en mis historias y al final del día, queda como algo súper público entonces secretos de dónde, no? 

Recuperé las entradas, obviamente aún no las he pasado hasta la entrada anterior son las que escribí en noviembre de 2017 y han estado programadas, ahorita tengo unas 4 que ya estaban boceteadas aquí, yo creo que hoy que tengo algo de tiempo, voy a volver a programar un par de meses según yo hasta abril, así que de aquí a mayo.

La gran enseñanza de El día de la boda: 


Cuando estés lista para ser no soltera y no miserable, dejaras de serlo.

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