viernes, 14 de diciembre de 2018

Adiós malas costumbres

Bueno no exactamente, la cosa es que la última vez que vino Kemal bey a la casa la cosa no resultó bien y no porque peleáramos o algo malo, sino porque mi "relación" con él comenzó por el guión de largometraje que quería escribir, era para mi un reto hacer algo erótico porque en realidad no tenia ni experiencia escribiendo ni cogiendo y en esta última visita usé un vestido que mi abuela me heredó que me recuerda mucho la época en la que transcurre la historia y festejamos que ya tengo el registro del guión "¿y ahora?", preguntó al ver el guión.


La verdad es que no me había planteado el ¿ahora qué?, pero ya he tenido serias dudas sobre el terrible hecho de que la compañía de Kemal bey es una zona de confort que en su momento me ayudó a lograr un propósito pero que ahora trunca mi crecimiento como persona, por lo que comencé a fijarme más en aquello que de verdad quiero y como eso deja fuera de la fórmula a mi compañero de aventuras. 

Elegir al chico bueno, aquí no es que exista un "alguien" para elegir, sino que debo aprender la lección que me da la vida de dilucidar y reconocer lo que me hace bien de lo que me hace daño, y es que en nuestro afán de experimentar él me lastimó, y por primera vez en mucho tiempo me sentí vulnerable, se lo dije y se disculpó, el asunto me recordó a Sookie Stackhouse de True Blood por un par de razones, en la temporada uno tiene que cubrir su cuello porque Bill la muerde y porque al final de la serie ella tiene que decidir entre estar en una relación destructiva con un ser de oscuridad o la vida.

Obviamente no soy guapa como la protagonista de True blood pero hace unos días un buen amigo insinuó que podríamos ser algo más que amigos y no supe qué hacer, me gusta pero no me encanta (como diríamos en los rodajes), es como cuando Eric se vuelve bueno y Sookie cae a sus pies, porque le atrae el chico bueno que en cualquier momento se torna peligroso, ¿es ese mi modelo a seguir?, claramente es bueno que me diera cuenta a tiempo, ninguno de ellos es una opción para mi (y obviamente yo no tengo nada bueno que ofrecer a una potencial pareja).


Me di cuenta que al terminar el guión también terminé con mi relación con Kemal bey, y tambien entendí que el final que le di a mi personaje es el principio que yo puedo tener, esa  madurez en la que no me dejo llevar por el chico cool, sino por mi intuición y mi voz interior que desea ser independiente, crecer como persona sana y normal. 


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