viernes, 15 de marzo de 2019

Mi crush y las paradojas

Así como encontré mi paciente cero de acosador creo que mi ex es el paciente cero de que me gusten las personas rotas y los parcialmente gordos como mi crush actual. 


 Creo que nunca he contado bien la historia de mi primer novio el cuál me duró del 15 de febrero al 15 de mayo DEL MISMO AÑO, debería dejar de contarlo en mi vida, pero no puedo porque esa fugaz relación cambió todo el rumbo de mi vida y desde entonces mi naturaleza rota solo lastima a las pocas personas que se atreven a acercarse apenas un poco. 


Como el caso de mi amigo Alfonso, al que muchos años después me enteré que le rompí el corazón por haberle dicho que se saliera de la carrera en un momento en el que estaba sensible... ese igual sigue siendo mi problema, me falta empatia para darme cuenta cuando y cómo decirle las cosas a la gente, a veces no es algo malo (a veces si, a quién engaño) pero escojo los peores momentos de la vida (y de la muerte) 

 Con mis compañeros sellé mi destino besando un desconocido y diciendo que el amor no existe en un taxi repleto de personas, ¿cómo puedo ser tan estúpida? Tal vez mi destino es disculparme eternamente por ser honesta en el peor momento de la vida... supongo. 


Hoy quiero hacer referencia al chico Halloween, esta es posiblemente la última vez que hable de él (para bien y para mal), es un ciclo que esta prácticamente cerrado y como las clases acabaron es muy poco probable que lo vuelva a ver, de hecho creo que ese chico bueno y sano del que me enamoré a principios del año pasado dejó de existir en el camino.

 En Literatura los maestros siempre hablaron de la paradoja del espectador y cómo la presencia del investigador afectaba la dinamica de los agentes estudiados... bueno no era muy buena con esas cosas asi que les dejo la definición de wikipedia, sin duda es mucho más confiable que mis memorias atrofiadas por los psicotropicos 


la razón por la que no hablaré más de él y de por qué aseguro que no existe es porque el chico ha cambiado, ya no es el tierno joven que creía en el amor por sobre todas las cosas, algo así como Christian al final de Mouling Rouge (másomenos) 


 su corazón ha sido lastimado, su fe puesta a prueba y así como yo no pude hacer nada cuando la Academia destruyó nuestras ganas de hacer la película viéndonos la cara y tratándonos como simples marionetas, lo vi herido y jamás hice nada para detener su caída al vacío. 


en la última fiesta Kitten Jones me dijo que fuera honesta con él y que le dijera sobre mis sentimientos, al final tiene razón, ya no estamos en edad de estar ocultando ese tipo de cosas, pero con horror vi lo que había pasado, todo lo que vivimos en este viaje de casi dos años lo transformó en un  monstruo y a mi en Victor Frankenstein


en la novela Victor se aterra por lo que ha hecho, así como yo salí corriendo en cuanto se me desbloqueó el corazón y me di cuenta que estaba realmente enamorada de él, y lo dejé ahí, sabiendo que era un mundo peligroso, aún después cuando lo escuché decir porque había abogado y creído en mi como guionista, era tal vez un buen momento, pero lo deje caer y romperse, 


Ahora el creador estuvo frente a su monstruo y se horrorizo más, me ha tomado 10 AÑOS comenzar a entender los horrores en mi espíritu tras un novio terrible, y como tengo un halo de patanes a mi al rededor que hicieron que separara casi de manera patológica mis sentimientos de mi actuar cotidiano y solo la muerte de una persona amada pudo hacerme entrar en razón. 


el daño esta hecho, el chico Halloween es un monstruo como muchos de nosotros, fuckboy de alguien que con suerte no lo destruye más cada vez que se ven, seguiría siendo mi tipo: un hombre roto por el amor, de no ser porque quien esta empezando a cambiar soy yo, y ahora por sobre mi cinismo esta un poco de fe en la existencia del amor



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