miércoles, 29 de septiembre de 2010

Hoy es un buen día para creer en el cine Independiente.

Imaginemos a un guionista al que se le ocurre una idea es simple, de lo común, súper de la vida ordinaria pero ahí algo en ella que atrae; lo lleva con un director, é la lee, le gusta y cree en ella, busca una casa productora, y defiende esa idea-guión, el director trasforma, amasa, interioriza, asimila el guión y lo trasforma en un proyecto fílmico, al que se unen: u equipo de fotografía, un equipo de maquillaje, un equipo de catering, un equipo de sonido, un equipo de arte, un equipo de vestuario y muchos mas, termina la pre y empieza el tiempo de la producción, se hacen llamados de hasta 24horas, pero todos trabajan con ganas por que creen en una idea, se termina de filmar o grabar (según sea el caso… o el presupuesto), y se pasa a la postproducción, el editor (muchas veces en compañía de director, sino es que es el mismo), filtra la historia, decide en qué orden presentarla, no importa que tan arduo sea el trabajo, él cree en la historia, la conoce y le da los últimos retoques.

La peli es presentada al público, todos disfrutan la peli, lloran, ríen, interactúan con los personajes, se estresan, se enojan, sienten lo que “deben” sentir.

¿Por qué hacemos cine?

Creo que sentimos la necesidad de hacer cine por eso mismo, porque SENTIMOS, y porque CREEMOS en lo ello.

Una de las miles de claves de una buena peli, es que todos crean en la historia, que amen lo que están haciendo, solo así se podrá llegar a que nuestro espectador llegue a la catarsis cuando vea el trabajo terminado.


A lo que venimos…

Hoy fui a ver el bloque de cine independiente del Festival de Cine Internacional de Puebla, que se presentó en la Cinemateca Luis Buñuel, sin duda una de las mejores selecciones que he visto en un buen tiempo: Una noche más, Zombielopolis, Fogatas en el cielo, Capitulo II, Ihquini… (Oops se me olvido el nombre, por ahí alguien que me ayude) y Mutis.

Todos nos muestran “algo” a su manera, con su lenguaje (tanto en guión como cinematográfico), nos comunican un punto de vista, ¿cómo se puede ver Puebla?, ¿cómo se enfrentan a esa visión los jóvenes creadores?; no sé si fue un problema de la proyección o asi eran los cortos originalmente, pero los colores se veian muy muy vivos, lastimeros y chillones, que para la idea de este “cine naciente” que grita y patalea para ser visto y escuchado, me pareció un gran y peculiar error.

Hay tres que voy a mencionar con cierta particularidad:

Zombielopolis: un corto completamente inverosímil, absurdo y hasta cierto punto risorio, los efectos especiales se notan de una forma grotesca, se VE una pantalla azul (o tal vez verde) un poco agresiva a los ojos, vemos fotos, con efectos de noche, fuego y humo agregados después de una forma nada sutil, unos diálogos que rayan en lo absurdo (y que por tanto el espectador se pitorrea)

Vemos a un hombre, claramente mordido por un zombie,
porque aparte se hace un plano detalle de la herida
Él: me mordió un zombie
Ella: ¿estas seguro?

Creo que ante ese guión todo mundo se empezó a reír, después vemos una recamara bien iluminada que además tiene el efecto de iluminación agregado (otro motivo para reír o enojarse), ok, lo acepto yo me rei cuando conté que había visto un corto de SERIE B pero actual, pero después me pude a reflexionar:

1.- La gente que hizo este corto, creyó en esa historia ¿Por qué?.
2.- ¿Qué de especial tiene Zombielopolis, además de los zombies claro?
3.-¿Por qué contarla asi, si el lenguaje cinematográfico es mega amplio y súper creativo?

Tal vez, esa burla estaba predispuesta por los realizadores, es uno de esos cortos donde te ríes pero ya que lo piensas mas a fondo dices: “jajaja… mucha risa, mucha risa, pero es verdad”.

Al puro estilo de critico mamón: Puntuación 8

Una noche más: muy bien pero también muy rosa para mi gusto.

Tal vez si se debiera decir: Adaptación del cuento de Mario Benedetti: Miss amnesia, ¿por qué?, porque los créditos son importantes, de donde viene la idea, nace de lo cotidiano, de lo antiguo, de la anécdota ¿de dónde?, incluso habría que preguntar a algunos espectadores si la historia es clara para ellos, tal vez para mi sí lo es porque tengo este conocimientos de antemano, pero si es importante corroborar que sea entendible…

Como espectadores estamos tan perdidos como la chica protagonista cuando despierta y no recuerda naditita, ahí me agrado mucho el tratamiento orgánico que le dieron al asunto, en el cuento de Benedetti, de la nada ELLA encuentra un espejo y se ve ¿eso es verosímil?, ni en literatura lo es, mucho menos en el cine, la forma en que lo resolvieron me pareció muy creativa.

Los diálogos: el guionista tiene el mayor de los retos, hacer que todo se sienta natural, no importa tener a los mejores actores de mundo, al mejor fotógrafo o al mejor director, si el mayor obstáculo es el guión, ahí si en partes lo sentí un poco frio, distante de la realidad y por poco desconecta al espectador, esos pequeños errores rompían con la ficción y sacaban la atención.

Y el crítico culero diceeee: Puntuación 9.2

Fogatas en el cielo: sin duda mi favorito, lo volvería a ver cientos de veces y seguiría teniendo la misma reacción, lo tiene todo, la historia de atrapa, nace de lo cotidiano, se revela, tiene un mundo propio, sus personajes son orgánicos, arquetípicos, socialmente activos.

La idea del vuelo, ¿Qué tanto podemos volar y soñar? ¿Volamos pero no volamos? ¿Por qué por más que intento volar no puedo? ¿Cuál es el limite para volar?... necesito volar YA!!

Es una metáfora interesante eso del vuelo: vemos aviones, palomas y soñadores. La esperanza como una luz que guía nuestro vuelo ante una situación de peligro (a la que se enfrentan los personajes), ellos tienen que abandonar el “nido”, dejar su lugar seguro y enfrentarse al “perro mundo”.

Este es un corto que va de adentro hacia fuera, tanto en los personajes como en el espectador, te llega a lo mas profundo y explota una bomba, terminas destruido ante una realidad cercana (al ser una producción poblana existe un poco mas de empatía) pero no te deja ahí, sino que incita a esa esperanza de volar sin importar cuantas veces te caigas, ni qué tan mala onda sea el golpe, siempre existe la esperanza de comenzar de nuevo…

Como esta bueno, el cineasta frustrado (osea el crítico enojadillo tirándole a criticón) dice: 7, pasable… sólo pasable.
Yo espectador común, sin maestría y esas jaladas le doy: 9.5

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