viernes, 24 de agosto de 2018

Nuestro yo lector sabe que nos falta sexo

"Estamos de acuerdo que no es la misma persona ¿verdad?"

Comencé esta entrada hace varios días y ahora que retomo el blog no tengo ni puñetera idea de qué iba esta entrada, tiene un cuerpo interesante sobre una película que vi por esos días pero también tiene sub temas interesantes que no desarrolle en su momento. Lo que viene perfecto con el título ( o al menos con una parte): "Nuestro yo lector"

Y es que así como a mi me esta costando reconstruir el contexto de la entrada y llenar los espacios que faltan a todos los lectores les debemos dar esa base de lectura, sé que en otras ocasiones he dicho que los lectores modelo no son estúpidos, también es importante aclarar que no puedes dejar los textos tan vacíos que sea muy difícil reconstruir las referencias y por tanto un lío a la hora de decodificar el mensaje, Siempre tienes que darle pistas. 

Lo que aprendí en este verano, después de horas y horas viendo películas y series (algunas... varias... muchas) repetidas fue que esto es un juego tipo Hansel y Gretel, en el que dejas constantemente migas para que los lectores sepan (sin saber que saben), de qué va todo tu rollo, antes fui una despiadada crítica de otros, pero ahora, que me veo en el hoyo negro de mi propia estupidez como guionista, soy algo un poco más capaz de ver no como escritor sino como lector esas partes que de otra forma completaría. 


Explico, la lección de humildad y trabajo en equipo que llegó cuando no lo pedí pero era necesario, que ahora me esta permitiendo conectar más con en lector que con el guionista interior, aunque en la lista de cotejo de tesis no lo redactaron tan bien, empiezo a dilucidar lo que intentaron decir, a lo que ellos se refieren como un Escribe para si mismo, es en realidad lo que Alberto y Raquel (escritores y Vlogers mexicanos, súper buena onda, les dejo el link a su canal) denominan: La ley de la buena forma. 


Esto se refiere a esa tendencia de nuestro cerebro a completar/organizar lo que esta frente a nosotros para entenderlo de una manera especifica, en decir que si lo pasamos a un guión que escribimos, llegara el momento en el que la forma final que tenemos pre-concebida se antepone a la forma inacabada que tenemos realmente escrita, pero somos incapaces de verlo por costumbre, y aunque dejes el texto un rato y luego regreses a él no es tan fácil alejarte del todo de este fenómeno, requiere un ejercicio profundo de auto-conocimiento y sobre todo tener muy claras estas migas que vamos dejando, no dar todo de un jalón, ni tratar al lector como idiota. 

Hablemos de las migas. 

Es indiscutible que cuando escribimos dejamos ver nuestras creencias religiosas, políticas, sociales, nuestros miedos y todo eso que nos limita o no, por meses cometí la indiscreción de andar diciendo que escribir un guión es fácil, cualquiera puede hacerlo, solo necesita tiempo, auto conocimiento y una historia qué contar, y para ser aun más insolente dije que incluso se puede hacer en un mes, escribiendo un número especifico de paginas al día, sigo creyendo que es posible, pero no es tan fácil como pensaba, en mi caso la parte más complicada de nuestras 19 pags fue aglutinar los pensamientos dispares de 15 estudiantes de cine con una visión del mundo completamente diferente entre si, y es que esto parece más una sesión con el psicólogo que una junta creativa, no es nada fácil tratar de adueñarse de esas creencias cuando no las compartes con ellos. 

Mis compañeros jóvenes, yo "adulto responsable", no es que realmente sea de ese modo, pero a grandes rasgos resume el hecho de que somos completamente diferentes, tanto en edad, creencias y estilo de vida, el guión tiene la virtud de ser una verdad velada de lo que somos en realidad y como diría Irene Adler de Sherlock "Nuestro disfraz nos delata", cada parte de nosotros esta ahí, escondida en lo obvio, como dice Sherlock de Guy Richie "Es tan evidente que no lo ve la gente", si el guión lo escribes solo tú, no tienes que escuchar-entender-empatar distintas verdades, solo tienes que acomodar las propias y hasta cierto punto resulta una tarea un poco más fácil. 

Ahora, establecida la naturaleza de las migas en un guión, quiero hablar de la segunda parte del título "(el lector) sabe que nos falta sexo", aquí podría decir que es un recurso narrativo para llamar la atención de un posible internauta que caiga en mi blog, pero la verdad velada es que en ese momento específico era lo que pensaba de mi misma, lo que me impulso a escribir el título con esa connotación, esto según Sherlock (de Cumberbatch) clasifica como Asociación inconsciente... y sí, pude haber dicho cualquier otra referencia, desde mi amigo psicólogo, hasta algún texto de Freud pero sigo en la misma sintonía, el asunto de esconder a plena luz, claro que no se si seguirlo llamando así cuando lo estoy haciendo obvio, aunque seguro habla de otras cosas sobre mi, sobre todo de las que no logro ver. 


Esta sublime y maravillosa idea de que vamos asociando nuestros deseos con lo que escribimos me hace pensar en aquellas cosas que dejamos ver no solo en lo que escribimos, sino en lo que nos gusta, entre más responsables de nuestros sentimientos seamos podremos controlar un poco mejor esos impulsos y aunque no podemos desistir de ellos podemos encaminarlos de una forma determinada, para lograr mejorías en nuestros escritos, aprender de nosotros para dejar migas conscientes que de verdad influyan en nuestros lectores y al final crear una sensación de "tú, lector, me pillaste, esto lo escribió un guionista tan humano como tú", sin que realmente se lo digas.  

Porque solo así se sentirá que los personajes son los humanos, sienten, desean y sufren como un ser humano de verdad, pero mejorado... o tal vez profundamente exagerado, con el que todos nos podemos identificar. 

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