viernes, 16 de noviembre de 2018

Los abuelos y las historias de terror

Recuerdo que entre los 11 y los 12 años nos mudamos a una casa muy cerca de la de mis abuelos, la idea era que mi mamá pudiera cuidarlos sin "dejarnos" a nosotros, la cosa es que tanto ella como mi papá siempre han sido personas dedicadas a su trabajo y sus cosas personales y no son de los que "pasan tiempo con alguien", así que lo que más recuerdo de esos años es que yo me apuraba a terminar la tarea y me iba a casa de mis abuelos.


La razón era simple: las historias de terror en múltiples formatos. Recuerdo que mi abuela nos contaba historias que después me di cuenta que pertenecían a un imaginario popular mexicano, sin embargo, lo verdaderamente interesante (visto a la distancia) era esa forma peculiar de conocer el lugar donde vivía, la forma de ver el mundo desde sus ojos, cómo era ese pueblo al que sin importar cuantas veces fuéramos en la actualidad jamás veríamos realmente.

Fui a ver Escalofríos 2 y me llevé una agradable sorpresa, una anciana y su nieto estaban sentados a mi lado y al parecer conocen la serie posiblemente (por como hablaban) de una relación de amistad entre ellos y eso me recordó mi propia infancia y la complicidad con mis abuelos, es bonito ver que los niños hablan con los abuelos porque esa visión del pasado nos hace falta para construir el tipo de adultos que queremos ser. 



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